Blog

No nos cansamos de decir que la química está en todas partes y que con la química se puede hacer (casi) cualquier cosa. Pues bien, hoy os contamos un estudio científico que propone construir vuestra propia batería utilizando chatarra y productos químicos de uso doméstico. Y aunque de momento solo se pruebe en el laboratorio, en la mente de sus creadores está el poder llevarlo al uso cuotidiano.

Un grupo de científicos de la Universidad de Vanderbilt, en Tennesse, EEUU, liderado por Cary Pint, ha desarrollado un modelo de batería eléctrica que aprovecha la chatarra. Esta batería, formada por acero y latón, se puede crear manualmente y ofrece una forma económica y accesible para almacenar energía renovable. Tiene una capacidad de almacenamiento similar a las del plomo y ácido, pero con una velocidad de carga y descarga propia de los supercondensadores.

Hasta ahora, los investigadores han basado su estudio en el desarrollo de este prototipo a pequeña escala, con un voltaje de 1,8 voltios. Por esto, de momento, solo sería apta para su uso en viviendas con sistemas de almacenamiento y de gestión de energía, o que dispongan de paneles solares, pero no serviría, por ejemplo, para teléfonos móviles. Según los investigadores, la batería conservaría más del 90% de su capacidad tras 5.000 ciclos de carga y descarga consecutivos, dato que equivale a más de doce años de uso diario.

Al principio del funcionamiento de esta batería se ha incorporado un proceso de anodización del metal. La anodización es un proceso químico aplicado al aluminio para protegerlo de la oxidación. Si sometemos el acero y el latón al mismo proceso, según explican los investigadores, las superficies metálicas se reestructuran en cadenas de partículas nanométricas de óxido que pueden almacenar electricidad y entregarla al reaccionar con una disolución acuosa de hidróxido de potasio, un compuesto doméstico salino de bajo coste que suele encontrarse en jabones o detergentes.

Con esta técnica, “los desechos férricos descartados servirán para almacenar la electricidad procedente de las fuentes de energía renovables, en lugar de convertirse en una carga para las plantas de reciclaje y para el medio ambiente”, explica Cary Pint, uno de los científicos que ha llevado a cabo el proyecto.

Pint habla también de la popularización de la corriente “hazlo tú mismo”. Con la fórmula que están desarrollando darán la posibilidad a los ciudadanos de “producir sus propias baterías, incluso que llegue un día que puedan desconectarse de la red eléctrica”.

Fotos: Credit: Daniel Dubois / Vanderbilt University