Las soluciones químicas consisten en mezclas homogéneas entre un solvente y uno o más solutos. Las soluciones más sencillas son aquellas que se forman por un solo soluto y un solvente, como por ejemplo cuando mezclamos agua con azúcar. Sin embargo, existen muchos tipos de soluciones que pueden contener cientos de solutos y llegar a ser muy complejas.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que las soluciones pueden encontrarse en estado sólido, líquido y gaseoso. Las soluciones comunes se encuentran en un estado líquido y, en la mayoría de casos, el agua es el solvente. Por su parte, el soluble también puede adoptar distintos estados. De este modo, pueden tenerse soluciones líquidas con solutos sólidos, líquidos o gaseosos. Las soluciones químicas pueden clasificarse según su estado físico, su concentración y la naturaleza del solvente.
SEGÚN SU ESTADO FÍSICO
- Soluciones líquidas. Este tipo de soluciones poseen el líquido como solvente (por ejemplo alcohol, agua, aceite, etc.) y el soluto en cualquier estado físico. Algunas soluciones líquidas comunes son el agua salada, el vino y las bebidas gaseosas.
- Soluciones sólidas. Tanto el solvente como el soluto se hallan en un estado sólido. Las soluciones sólidas más frecuentes son las aleaciones metálicas como el bronce, el acero y el latón, pero también entran de esta categoría materiales tan cotidianos como el vidrio.
- Soluciones gaseosas. Se trata de mezclas homogéneas de componentes en estado gaseoso. El aire es una solución gaseosa en tanto que mezcla oxígeno, dióxido de carbono, argón y otros gases.
SEGÚN SU CONCENTRACIÓN
- Soluciones insaturadas. El soluto no ha alcanzado aún su máxima concentración en el solvente. Para preparar una solución más concentrada, se puede disolver más cantidad de soluto.
- Soluciones saturadas. El solvente ya no puede disolver más soluto. En estos casos el soluto no se disuelve al completo. A modo de ejemplo, cuando agregamos mucha sal a un vaso de agua, una parte de esta queda en el fondo del vaso.
- Soluciones sobresaturadas. Hay más soluto disuelto del que admite el solvente. Las soluciones sobresaturadas son inestables, ya que cualquier perturbación como una pequeña partícula de polvo o una vibración puede provocar la separación del exceso de soluto.
SEGÚN LA NATURALEZA DEL SOLVENTE
- Soluciones acuosas. El solvente de la solución es el agua. Las soluciones acuosas son las más abundantes.
- Soluciones alcohólicas. El solvente de la solución es el alcohol. Entre los alcoholes más usados están el metanol, el etanol y el alcohol isopropílico.
- Soluciones en otros solventes orgánicos. Existen muchos componentes orgánicos que actúan como solventes. Estos involucran algunos alcanos, la mayoría de los éteres, las cetonas líquidas, entre otros.