Limpiar las escaleras de un piso es una actividad de una importancia extraordinaria. La suciedad puede acumularse en estas zonas debido al uso compartido entre una comunidad de vecinos. Por este motivo debemos prestar atención al modo en que se limpian estos espacios comunes y optar por los métodos más eficaces.

En muchas ocasiones la limpieza de la escalera es responsabilidad de un profesional del sector. Sin embargo, existe suciedad que puede pasar desapercibida y generar problemas higiénicos. Para hacer frente a esta situación se puede recurrir a productos que dejan unos resultados impecables. Cuando las superficies presentan bastante suciedad o manchas, son la mejor opción para deshacerse de todo ello.

Antes de todo, debemos tener en cuenta que los profesionales de la limpieza nos pueden ayudar significativamente a la hora de usar dichos productos. En cuanto queramos usar determinados productos como la lejía, es mejor llevarlo a cabo junto con un profesional.

LEJÍA

La lejía es un compuesto químico que se usa con frecuencia dentro del mundo de la limpieza. Este producto es ideal para eliminar grandes cantidades de suciedad y microorganismos contaminantes. Previo al proceso de limpieza tenemos que vestirnos con guantes de goma y un calzado cómodo que sea al mismo tiempo anti-resbalante.
Para aplicar la limpieza debe llenarse un galón de agua y solamente un cuarto de lejía. No se recomienda abocar el producto solo en el suelo, ya que se podrían crear manchas difíciles de retirar.

CLORO JABONOSO

Uno de los elementos que se utilizan para la desinfección a gran escala y que puede ser útil es el cloro jabonoso. Su composición es idónea para limpiar y desinfectar áreas sanitarias y pisos. También permite eliminar el moho de las superficies y los malos olores.
Con tal de emplearlo correctamente, hemos de mezclarlo con agua corriente. En cuanto lo hayamos extendido por la superficie debemos aclararlo con agua tibia.

AMONÍACO PERFUMADO

El amoníaco perfumado es el otro producto químico que realiza una limpieza a la perfección. Su efecto es especialmente potente en suelos de terrazo. Cuando se aprecian manchas opacas en una superficie es el producto más adecuado para suprimirlas.
En este caso, la limpieza tiene que hacerse con agua corriente y únicamente con un cuarto de amoníaco perfumado. La solución debe aplicarse con un trapeador de esponja. De este modo, no se concentrará en un solo espacio, sino que se expandirá por toda la superficie. Finalmente, se debe aclarar con agua tibia y seca sirviéndonos para ello de una mopa.