Los sulfatos son sustancias químicas que se utilizan en productos cosméticos tales como geles de ducha, champús o acondicionadores. Su función principal es convertir las grasas en solubles en agua y de esta forma limpiar con eficacia. Hay diferentes tipos de sulfatos, entre los cuales se encuentran el Lauril Sulfato de Sodio (SLS) o el Ammonium Lauril Sulfato (ALS), ampliamente utilizados en cosmética.
Actualmente existen fabricantes que etiquetan sus productos sin sulfatos. Sin embargo, estos químicos gozan de una seguridad avalada y de hecho son usados por grandes marcas del sector. Todos los ingredientes cosméticos, incluidos los sulfatos, se someten a numerosos exámenes y se rigen por un principio de prevención. Cuando surgen dudas sobre su seguridad, las autoridades retiran los productos del mercado. De este modo, se puede afirmar que todos los cosméticos comercializados legalmente en la Unión Europea son seguros para los consumidores.
LIMPIEZA EN PROFUNDIDAD
Los sulfatos logran que las grasas sean solubles en agua y, de esta forma, se eliminan de la piel o del cuero cabelludo. De este modo, en la mayoría de las fórmulas cosméticas que se comercializan los sulfatos cumplen el papel de limpiadores. También se pueden utilizar como humectantes.
FABRICACIÓN DE ESPUMA
Estos ingredientes se consideran uno de los tensioactivos con un poder detergente más elevado. A parte de su capacidad limpiadora, poseen una gran capacidad espumógena.
La espuma tiene una importancia central en los productos cosméticos, especialmente en los productos relacionados con el aclarado como por ejemplo champús, geles de ducha o jabones de mano. Estos tipos de producto requieren una espuma abundante y al mismo tiempo fácil de aclarar. En este sentido los sulfatos son ideales, ya que fabrican un volumen elevado de espuma, con burbujas de tamaño grande y estabilidad suficiente para que el producto se pueda retirar de la piel o cabello.
PODER EMULSIONANTE
Los emulsionantes de los sulfatos permiten mezclar ingredientes líquidos que son indisolubles entre sí. Estos químicos son imprescindibles para los productos cosméticos que combinan fases acuosas y grasas.
La capacidad emulsionante de los sulfatos permite que los sistemas que contienen sustancias indisolubles entre sí puedan mezclarse. Los emulsionantes son necesarios para fabricar productos cosméticos como cremas y productos capilares.