Blog

A diferencia de lo que podáis pensar, el vinagre no sólo sirve para complementar nuestros platos, sino que tiene múltiples usos. Se cree que fue descubierto accidentalmente hace 10.000 años. Su origen es verdad que está relacionado con la gastronomía ya que, por ejemplo el vinagre balsámico, se hace tradicionalmente con uvas y arroz. Pero el vinagre es muy versátil.

¿Por qué decimos esto?

El vinagre posee un ácido orgánico que se forma en el momento de la fermentación. Jorge Roldán, químico de profesión, comenta: “Este ácido es un ácido orgánico débil, que se obtiene a partir de una reacción química de oxidación que transforma la glucosa en ácido acético”.

El ácido acético, en su forma pura es muy perjudicial para la salud, pero si está diluido, como en el caso del vinagre, tiene el efecto contrario ya posee efectos antisépticos y desinfectantes muy beneficiosos.

El vinagre, como hemos destacado anteriormente, se usa como desinfectante, ya que tiene un alto contenido en ácidos los cuales cambian el pH de la piel y por lo tanto hacen que las bacterias no puedan adaptarse y mueran.

Además, tiene propiedades antioxidantes ya que contienen altas dosis que nos ayudan a mantener las células protegidas. Otro beneficio de consumirlo es que mejora la digestión, ayudando a activar la secreción de jugos gástricos que facilitan la digestión.

El vinagre de manzana, contiene unas sustancias vegetales llamadas polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y ayudan a la prevención del cáncer de mama. Según el Departamento de Nutrición de la Universidad del Estado de Arizona, el ácido acético del vinagre protegería también contra el cáncer de intestino.

Otro uso del vinagre, a nivel externo, es para combatir los hongos en la piel. El ácido acético del vinagre actúa en la zona afectada, que normalmente suele estar entre los pliegues de la piel, eliminando el hongo. En este caso, el uso del vinagre es externo y se aplica diluido en agua tibia, pero también se puede aplicar directamente, con una cucharada, en la zona afectada.

En resfriados es un buen remedio para la tos y el dolor de garganta, ya que actúa como antiséptico. En este caso se recomienda hacer gárgaras con vinagre diluido en agua, es importante no tragárselo.

Y por último, otro ejemplo de sus múltiples usos, son los beneficios que aporta al cabello. El vinagre no solo elimina los residuos que dejan los productos que usamos diariamente sino que también sella la cutícula y, como consecuencia, el cabello luce con un brillo increíble. Además, el ácido acético ayuda a controlar el hongo que muchas veces hace aparecer la caspa. En este caso también es importante diluir el vinagre en agua. Ya que el vinagre por si solo tiene demasiado ácido.

Pero el vinagre no es bueno para todos, es importante advertir que su consumo no es recomendable para personas que sufren úlceras gastrointestinales. Así que, si es tu caso, mejor mantenerlo fuera de tu alcance.