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Este tipo de ácido se encuentra en lociones, cremas, limpiadores, toallitas y tónicos.

El ácido salicílico ayuda a corregir el proceso de descamación anormal que se produce en la piel propensa al acné. Funciona como un exfoliante, elimina toda la producción de células muertas de la piel y previene la aparición de espinillas y otras manchas de la piel en personas con acné.

Actúa desde el interior del folículo y ayuda a mantener los poros limpios de los restos de células.
Normalmente los productos que contienen este ingrediente lo tienen en un porcentaje de entre un 0,5% a un 2%. Este tipo de tratamiento se puede aplicar sobre todo en el rostro o zona afectada, por lo que es un tratamiento muy localizado.
Es importante que haya continuidad en el uso del producto para que se den unos buenos resultados. En el caso de dejar el tratamiento, los poros se volverían a obstruir y de nuevo volverían a tener exceso de grasa y células muertas, por lo que el acné volvería a aparecer.
Pero no todo son beneficios, ya que hay que tener en cuenta los efectos secundarios de este producto.
El ácido salicílico puede causar picores, ardores e irritaciones en la piel. También puede aparecer sequedad y descamación en la piel. Estos efectos pueden reducirse o desaparecer con una crema hidratante. Si no desapareciesen los efectos secundarios se aconseja dejar de usar el producto, ya que los picores y ardores pueden llegar a ser muy molestos.
Se puede adquirir en cualquier farmacia, parafarmacia o bien por internet.