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Muchas veces (la gran mayoría de veces) no sabemos qué estamos comprando. Si nos fijamos en las etiquetas de distintos productos de higiene, podemos leer palabras como sorbitol, glicol de propileno o triclocarban, entre otros. Vamos a explicar que son exactamente estos elementos para que nos dejen de sonar a chino.

– En primer lugar, en las etiquetas de productos de higiene bucal podemos encontrar nombres como:
El bicarbonato de sodio, también conocido como bicarbonato sódico, que ayuda en los dentífricos a abrillantar la dentadura.
El fluoruro de sodio en este tipo de productos, ayuda a impedir las caries.
El carbonato de calcio, los geles de sílice deshidratados, los óxidos de aluminio hidratado, el carbonato de magnesio, las sales de fosfato y silicatos son otros compuestos químicos incluidos en los dentífricos que, por sus propiedades únicas, ayudan a eliminar los restos de comida y manchas superficiales de los dientes.
Y por último, en productos dentífricos el sorbitol es un tipo de azúcar derivado de la fruta, del maíz y de las algas, que contribuye a que la pasta de dientes tenga un sabor agradable.

– En segundo lugar, en los productos para el cuidado de la piel podemos encontrar:
Los conservantes ayudan a ampliar la vida útil del producto, además de prevenir la contaminación y la difusión de bacterias nocivas. Los podemos encontrar en cremas solares, lociones, champús, etc.
El glicol de propileno y los polipropilenglicoles son componentes que se encuentran en productos como cremas y lociones. Este tipo de compuestos ayudan a atraer agua a la piel y mejor la apariencia de la piel, reduciendo la sequedad y restaurando su flexibilidad.
Por último, en esta gama de productos encontramos el dióxido de titanio que, una vez purificado, se usa para hacer que los productos sean blancos y aumenten su opacidad. Este componente puede absorber, reflejar y dispersar la luz, por lo que resulta esencial para los protectores solares, protegiendo así la piel de la radiación ultravioleta del sol.

– En tercer lugar, en productos como jabones podemos encontrar:
El triclocarban, un producto antimicrobiano utilizado en el jabón y en otros productos que hacen espuma, que ayuda a reducir las bacterias dañinas en la piel y reducir la transmisión de gérmenes.
Los surfactantes se utilizan para eliminar la suciedad y aceite del cabello y la piel.
Finalmente, el lauril sulfato de sodio y lauril sulfato de amonio ayudan a crear espuma y por tanto a limpiar cuerpo y cabello.