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Hay quien cree que los químicos están locos. Que provocan explosiones o que se parecen al profesor Frink de los Simpsons: un tipo algo extraño, con gafas de culo de botella, que pronuncia frases raras y que inventa cosas como el detector de sarcasmo o las orejeras de hamburguesa. Esto se debe en gran medida al desconocimiento de la ciencia, ya que es mucha la gente que no sabe que la química tiene mucho que ver en nuestro día a día.

Tanto es así que muchas veces se asocia la palabra química a algo negativo, a algo perjudicial para nuestra salud. Por eso hoy queremos desmontar mitos y explicar algunos malentendidos comunes un tanto arraigados en el pensamiento popular:

• “Los productos sin substancias químicas son más seguros”. No hay nada más falso que esta afirmación. Cabe destacar que los elementos químicos constituyen nuestro mundo e incluso nuestro organismo. No existen productos carentes de sustancias químicas ya que cualquier cosa que toquemos es materia y, por tanto, una sustancia química. Aquellas marcas que anuncian en sus productos “libres de químicos” en realidad quieren decir que sus productos no contienen sustancias químicas peligrosas.

• “Los nombres de productos químicos suenan peligrosos”. Los nombres de las sustancias químicas suelen sonar mal. Sin embargo, esos nombres largos e impronunciables que suscitan inseguridad no tienen ninguna relación con peligro. Por ejemplo, todo el mundo ha consumido ácido acetilsalicílico (aspirinas) o hidrogenocarbonato sólido (cualquier comida que contenga bicarbonato). Para evitar pronunciar estos nombres a diario, llamamos agua al monóxido de dihidrógeno o cafeína a la 1,3,7-trimetilxantina.

• “Los productos orgánicos son mejor que los sintéticos”. Los que usan esta afirmación probablemente no saben que los químicos pueden fabricar sintéticamente productos naturales en los laboratorios o que la gasolina, desde un punto de vista meramente químico, es una sustancia orgánica. El peligro es intrínseco a toda sustancia química, pero es la cantidad lo que lo hace perjudicial para el ser humano. Por ejemplo, las manzanas tienen una pequeña cantidad de cianuro de forma natural que no es para nada perjudicial ya que se encuentra en muy poca cantidad. Sin embargo, por muy natural que sea, beber unos 6 litros de agua o 175 tazas de expreso puede ser letal.

• “Los químicos son perversos”. Nada más lejos de la realidad. Aunque muchas veces son vistos como los inventores de sustancias perjudiciales para el medio ambiente e incluso para el ser humano, son los encargados de propiciar los grandes progresos en el desarrollo de productos más limpios y ecológicos. Gracias a la química se logran increíbles descubrimientos que mejoran, en definitiva, nuestra calidad de vida.