Blog

El mal olor de pies es un problema más común de lo que nos pensamos. Algunas veces es ocasionado por la falta de higiene, por no secarnos bien los pies después de la ducha o por usar zapatos con poca (o nula) ventilación. Pero hay veces que pese a lavarlos todos los días puede existir un problema de sudoración excesiva.

Los pies tienen más de 250.000 glándulas sudoríparas, por eso, es frecuente que nuestros pies, a veces, sufran de mal olor. Este mal olor se produce cuando el sudor entra en contacto con las bacterias que todos tenemos en la piel, produciendo en su descomposición amonio y ácido graso. Científicamente esta afección se conoce como Bromhidrosis, que se define como un exceso de sudoración.

Las causas pueden ser varias: hormonales, alimentación, estrés o ansiedad, infecciones por hongos o bacterias, usar calzado que no deja transpirar la piel, alteraciones en el funcionamiento de las glándulas apocrinas localizadas en pies, axilas, genitales y pecho, enfermedades metabólicas, renales o hepáticas, consumo de alcohol o tabaco, etc.

Sin embargo, hay quien piensa que para combatir el mal olor solo se necesita agua y jabón, pero estos dos elementos no son suficientes si después del baño no secamos los pies correctamente o si una vez limpios usamos un calzado con déficit de ventilación.

Hay varios productos para mantener el aseo de los pies, ya sean jabones, cremas, desodorantes en talco o aerosoles, pero si ninguno de ellos te sirve, no pierdas la esperanza y prueba con ácido bórico, uno de los mejores productos para el tratamiento del olor corporal.

Ácido bórico

El ácido bórico, también conocido como bórax, tiene un gran poder antiséptico y antifúngico. Por ello, este gran desinfectante ataca y elimina los hongos y las bacterias de los pies que causan el mal olor. Deseca la piel protegiéndola de la sudoración excesiva y elimina bacterias de forma muy eficaz. Además, si se usa con regularidad, basta con algunos enjuagues para solucionar el problema.

Para hacer la mezcla en casa solo necesitas una cucharada de ácido bórico (lo puedes encontrar en farmacias o droguerías) y disolverlo en tres litros de agua. Se debe realizar el lavado de los pies con el ácido bórico disuelto en agua todos los días, hasta que el problema desaparezca. Cabe decir que normalmente no suele tardar mucho en mejorar. Otra forma de usar el ácido bórico es mezclándolo en el talco que usas para los pies y aplicarlo como lo harías habitualmente.

No hay que olvidar que tan importante es usar productos como el ácido bórico para evitar malos olores, como una correcta higiene diaria de la zona, que consiste en lavarlos con jabón, secarlos a consciencia, sobre todo entre los dedos, y usar zapatos transpirables. Aún así, si el problema no desiste, deberás consultar a tu especialista para qué él haga el diagnóstico y te de el tratamiento adecuado.