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Por su nombre puede parecer peligroso, pero más allá de su sonoridad, el ácido salicílico es un gran aliado para tu piel y uno de los mejores ingredientes para combatir el acné. Puedes aplicarte un poco sobre un granito o punto negro antes de acostarte y a la mañana siguiente muy probablemente haya desaparecido o disminuido mucho su tamaño. ¡Es infalible!

Sus propiedades beneficiosas en la dermis son múltiples. El ácido salicílico de uso tópico es ideal para eliminar y prevenir la aparición de espinillas, manchas en la piel y además se usa también para tratar enfermedades cutáneas como la psoriasis.

El ácido salicílico recibe su nombre del Sálix, nombre latino del sauce de cuya corteza fue aislado por primera vez. Se trata de un sólido incoloro que se suele cristalizar en forma de agujas y que tiene una buena solubilidad en etanol y éter. Y, por sus propiedades antiinflamatorias, es comúnmente conocido por ser la materia prima para la obtención del ácido acetilsalicílico, comercialmente conocido como Aspirina, que actúa especialmente en el alivio de la fiebre.

Propiedades cosméticas

El ácido salicílico es el aditivo clave en muchos productos para el cuidado de la piel: acné, psoriasis, callosidades, piel de gallina y verrugas. Actúa causando que las células de la piel se caigan más fácilmente, evitando que los poros se tapen, por eso es tan efectivo para tratar el acné. Este efecto en las células de la piel también propicia que sea un ingrediente activo en varios champús diseñados para tratar la caspa.

Ya que actúa aflojando y rompiendo las adherencias en las células de las capas externas de la piel, provoca una estimulación mediante la exfoliación de la piel y el desbloqueo de los poros. Además, este ácido es lipófilo, lo cual significa que puede penetrar la grasa y obstrucción de los poros resultando en una limpieza profunda. Esta propiedad conlleva a la reducción de la secreción de sebo, otra forma en que puede ayudar a combatir el acné, además de ser desinflamante.

Y aunque sus propiedades beneficiosas en la piel son muchas y variadas el ácido salicílico puede producir efectos secundarios si se usa en exceso, como irritar y resecar la piel, descamarla o enrojecerla. Por ello no debemos excedernos en el número de aplicaciones.