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Hoy en día una gran mayoría de personas comparten sus vidas con algún animal de compañía, gatos, perros, loros, conejos, aunque el más común sigue siendo el perro.

Los perros son animales que llevan domesticados desde más de 10000 años, y a parte de hacernos compañía, nos ayudan en muchísimas situaciones de la vida diaria. Tienen  capacidad para aprender y cooperar con nosotros. En la mayoría de sus actividades su excelente olfato juega un papel crucial, lo utilizan para identificar una infinidad de cosas.

Dependiendo de la raza, un perro puede tener una mayor o menor capacidad olfatoria. Los pastores alemanes tienen más de 200 millones de células olfatorias en un área de 170 cm2, mientras que en los humanos sólo hay 5 millones de células en 5 cm2 de epitelio olfatorio. El olfato de los perros permite llegar a detectar medio millón de compuestos olorosos en concentraciones traza que son imperceptibles a la nariz humana.

Los perros entrenados se utilizan para diferentes fines como rastreo, detección de drogas o explosivos, identificación de personas, o búsqueda de víctimas de desastres, entre otras. Uno de los nuevos fines en que su ayuda puede ser crucial es en para la detección de cáncer en personas, a través del olor que desprenden.

Todo empezó con dos casos donde unos perros se comportaban de manera especial con una parte de la piel de sus dueños y tras el análisis médico se demostró que los perros habían identificado tumores en la piel de sus dueños.

Los trabajos de investigación publicados hasta ahora demuestran que los perros, tras un entrenamiento apropiado son capaces de identificar algunas muestras (orina, aliento, tejidos…) de pacientes con cáncer de pulmón, mama, próstata u ovarios.

Hasta el momento no se ha podido obtener más información sobre a qué sustancias los perros responden y en qué cantidad. Esperemos que en el futuro pueda ser un método para obtener biomarcadores de cáncer.

Habrá que tener especial atención al entrenamiento de los perros en los estudios donde se obtienen buenos resultados, ya que el entrenamiento puede ser una pieza muy importante para el éxito de los análisis.