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El cambio climático es un hecho y ya está produciendo los primeros estragos en nuestro planeta. Ser conscientes de ellos y empezar a aplicar medidas desde ya puede ayudar a paliar los cambios más bruscos. Y para la ello la química ejerce un papel fundamental.

La comunidad científica está cada vez más implicada con la investigación desarrollada ante esta problemática de importantes repercusiones sociales y ambientales. Para ello los especialistas en el campo de la química se están erigiendo como los responsables de optimizar los productos que consumimos y de potenciar el ahorro de las cantidades usadas en aquellos que usamos a diario. Esto se traduce en la reducción de los componentes negativos medioambientales y la mejora indirecta tanto de nuestros patrones de consumo como de nuestro estado de salud, a corto y a largo plazo.

Un ejemplo claro lo podemos encontrar en todo lo que se refiere a la industria de la limpieza del hogar: Lavavajillas, jabones, lejías, detergentes, suavizantes… Hoy en día es posible encontrar productos de limpieza que nos ofrecen una mayor eficacia y eficiencia (mayor ahorro para los consumidores) y que nos garantizan estándares de calidad y de respeto por el medio ambiente nunca antes vistos.

Pero también encontramos ejemplos en la industria energética para mejorar la sostenibilidad, en la industria de la construcción con materiales y tecnologías eficientes o en la industria automovilística para contribuir a un transporte menos contaminante…

Los grandes retos de la industria química

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la industria química es el de diseñar e implementar nuevas energías renovables, lo suficientemente eficientes como para hacer frente a las demandas de consumo energético de toda la población mundial. De hecho, ya se está realizando una importante apuesta por la innovación en el campo de los carburantes, ante el agotamiento de los combustibles fósiles.

La tecnología y la química van de la mano ante la amenaza del cambio climático. A través del desarrollo de tecnologías y procesos cada vez más limpios y eficientes, o mediante la generación de productos que contribuyen directa o indirectamente a la reducción de emisiones, los científicos e investigadores químicos trabajan continuamente en la búsqueda de soluciones al calentamiento global.

De hecho, la industria química es hoy el sector que mayores recursos dedica a la protección del entorno, generando el 20% del total de las inversiones ambientales de nuestro país, así como el mayor inversor en investigación, desarrollo tecnológico e innovación. Su liderazgo en ambas áreas le ha permitido desarrollar productos, procesos y tecnologías cada vez más eco-eficientes, y convertirse en el sector clave en la lucha contra el cambio climático. Gracias a este esfuerzo y pese a haber duplicado su producción, la industria química ha reducido ya un 4% el conjunto de sus emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990, estando previsto que esta reducción alcance el 25% en 2012, último año de aplicación del Protocolo de Kyoto.