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La cerveza es la bebida más consumida en España des de la década de los 80 y su consumo es de unos 50 litros per cápita al año de media. Pero a raíz de su popularización en esos años, también disminuyó nuestra consideración hacia ella, y en muchos establecimientos el arte de tirar bien una caña ha pasado a ser algo secundario. Tirar una cerveza tiene su técnica y conseguir que está tenga la espuma perfecta es en gran parte gracias a la química.

Tanto es así que una investigación de la Universidad de Manchester, liderada por el Dr. Richard Campbell ha resuelto el misterio que trae de cabeza a todos los amantes cerveceros. ¿Cómo hacer la espuma perfecta? Los resultados del estudio se publicaron en la revista Chemical Communications. En concreto, él y su equipo idearon una nueva forma de relacionar la estabilidad de la espuma mediante aditivos.

Su explicación trata de buscar solución a un viejo problema relacionado con la vida útil de las espumas, ya sea la del café, la de una pinta o la de los champús que todos utilizamos a diario. La prueba consistió en disparar rayos de neutrones líquidos utilizados para hacer espumas y analizar su reacción molecular.

El equipo de investigadores estudió mezclas que contienen surfactante, un compuesto que reduce la tensión superficial, y un polímero utilizado en champús para encontrar una nueva forma de entender las muestras que podrían ayudar a los productores de cerveza a formular la espuma ideal.

En caso de que está investigación prospere, los bebedores de cerveza podrían disfrutar de una pinta donde la espuma duraría hasta el fondo del vaso de la cerveza. Pero en otros sectores, esta investigación podría ayudar a mejorar la formulación de detergentes donde la producción de espuma no es deseable. Además, podría usarse para utilizar productos efectivos para limpiar nuestros océanos al mejorar la acción de los detergentes para la limpieza de manchas de aceite o incluso salvar vidas al hacer que la espuma para frenar los incendios sea más efectiva.